u (del libro "La conversación de los pájaros")

Las nerviosas amielínicas son las nerviosas. Bésenme… Bésense… Ahora, bémense. En el momento la estimulación aumenta, de modo que la fibra nerviosa/ en otras palabras: insume un tiempo más prolongado. Pequeña mujer azul, ¿acaso quisieras ser tú la muñequita del puterío? La restauración tiene una pequeña nada. La fiebre me cobra. Pido perdón por ser gustosa. Penetración de la membrana pelúcida que activa un canal radiante. Acepto ser la del deseo monstruoso. ¿Y aun así me ocultas que vives con ratones? Libera, remeda una fagositosis. La pulmonía, obsesión de ahogarme en fantasías del innombrable. Entonces pierde su forma esférica. Déjenme caer en la bitácora de quien se dejó arrebatar toda brújula o estrella. Morgan, herencia de la triste mutación. “Todos saben cómo hacer dinero, pero ¿quién sabe cómo hacer el amor?”, dice el blues. No obstante tres mil uniones en el momento en que se produce una fusión. Amo tus ojeras, amo tus ojeras, amo tus ojeras. Algo más en aparente desorden. “Déjame ayudarte. Muéstrame cómo”, gime Janis. Sus tramos distales se entrecruzan cuando ambas fuerzas se equilibran. Ya siento tu orgasmo en mis letras. Jamás te enamoraré con palabras.

Magia

En bosques negros me interno para encontrar a Magia. Me rehúye, se ha enamorado de un lobo. Yo aún sigo siendo la osa constelada. Soy de estrellas, por eso los árboles y espectros me huyen a cada paso. Parece que el camino camina junto a mí. Nada se modifica, aunque nosotros sí. Vamos pasando y el camino mismo pasa. El camino se camina a sí, como yo me miro el ombligo para buscarte. Magia. Eres como la perfección con patas. Magia, no sé si tienes patas, pero corres. Eres más fuerte que el viento, la fuerza nunca fue del hombre. Eres la idea del viento en mí. Como el sol es la sola y la luna es él. Como él me atrae y le canto, como bruja de la diosa soy y bailo sin fin. Aún me consumes con tu idea de ser para otro. Eres para todo lo que no soy yo. Las apariencias engañan. Tal vez simplemente ya estás en mí y vamos caminando juntas. Tal vez eres la impotencia de lo oscuro para entrar en mí. No soy yo quien te persigue, porque estás en mí. Es el vacío y la nada de la oscuridad los que nos siguen, quieren alcanzarnos, pero al venir hacia nos, pasan de largo. Somos la invisibilidad para el oscuro. Ni siquiera es la maldad. Es lo absoluto negativo, lo absoluto negro, la fealdad. Vamos corriendo, Magia, por los abismos estructurados, las dimensiones entrelazadas y la luz de todos los colores. Somos el viento, Magia, los labios carbonizados de besarnos, en eterna fidelidad. Magia, somos el contoneo para esquivar el mal vacío, la nada que no puede designarse. Somos todo, excepto lo que no es símbolo de ti. Me besas, diosa, hacemos el amor. Magia, entonces somos magia. Diosa del amor.

4ª entrega "Lábil Ser-Piente (o la danza de la medusa)"

El instante de empezar la oración debe obviarse siempre.
Uno busca una forma de romper el silencio.
Nunca deja de ser un golpe en el rostro,
Con la ira del que uno más ama.

No se puede ser neutro más que escribiendo en macho.
Sin embargo, las palabras de la que escribe
Se sienten golpeadas con el dolor y el rencor
De la mujer.

El silencio también.

Por eso la falsedad.
La primera cara que muestra a la fuerza la mujer
Es así de falsa y superficial,
Cuanto se la siente verdadera y primera.

3er. envío " Lábil Ser-Piente (o la danza de la medusa)"

Se camina moviendo los brazos, uno piensa, sin buscar nada, sin esperar nada. Pero el movimiento mismo dice que se va revolviendo el aire para encontrar algo que pase. Lo que tendrá que ser a pesar de las direcciones que tomamos y por ellas.

Las flores pueden amar a un ausente todo el tiempo… ¿Qué amor más poderoso que éste?

El falo, antes de ser falo, es un objeto impotente…Firma: Mujer marimacho.

Previo, quiero el silencio en las multitudes, como una tormenta de indiferencia oceánica.

Estoy perdiendo mis presentes (mientras parpadeo). Mis sueños, en tanto recuerdos, están atiborrados de abandonos. Otra vez. Paso. La música ochentera suaviza las venas.
 
No me preocupa no hablar mal de ella.
Era macabra.
Hoy la edad y la distancia son tal vez lo que nos acerca.
Pero, aún no sé si ella se acerca a mi juicio.
Mi premisa: estupidez y miedo.
O yo me acerco al de ella.
Macabra, macabra.
Ella es la Mama cabra.
Pero, ¿cómo se hace una macabra en la vida?
L-o-r-e-n-z-a
Escribí en la pared del frente.
¿Pero acaso podía lograr que signifique algo para mí?
Era un nombre, sí.
De existencias pasadas.
Pero, siempre el escenario de teatro de sueños.
Iluminado con cenital.
La cholita sentada al medio.
En la oscuridad.
Era yo una oscuridad que resbalaba por un túnel.
Sentirse oscuro, como sentir la nada.
Porque no sentía con tacto ni vista mi propio cuerpo.
Sólo oía el viento y el miedo…
Caer.
Desembocar como bala en el cráneo de Lorenza.
De frente. Como bala en el entrecejo.
Hundirme.
¡Qué fácil es hundirse cuando uno es hueco!
Sólo despertar. Despertar.
¡¡¡¡AAAAAAAAAAA!!!!
Qué linda letra. Así también quería gritar.
Y mi voz salía silenciosa, como las as de arriba.
Tú, maldito lector, repites la maldición de no dejarme despertar y silenciar mi grito sonámbulo.
Hoy, ya no sueño así.

SABIDURÍA FEMENINA: POESÍA Y MAGIA, PLACER Y ESPIRITUALIDAD

RESUMEN:

El presente ensayo surgió a partir de las coincidencias encontradas entre los trabajos de Marija Gimbutas y René Guénon. Por una parte, la autora realizó –de los años 40’s a los 80’s del s. XX – una de las investigaciones arqueológicas más importantes de Europa, pues se encargó del rastreo del “lenguaje de la Diosa”, presente en las culturas pre-indoeuropeas. Por otra parte, Guénon (1886-1951) fue el sabio francés que denunció en su obra la tendencia anti-metafísica de la modernidad, analizando la historia de forma amplia, a partir de una metafísica de la historia. Sobre todo, este último autor defendió la tradición primordial, perpetua, unánime y universal, a partir del dominio de la simbología sagrada, estudiada en sus libros.

Lo que se plantea en este ensayo es la relación de la espiritualidad con la mujer y con lo femenino, en general. Pues, si bien Guénon le atribuye a la metafísica –la ciencia sagrada – un origen no humano o suprahumano, es posible –gracias a la arqueología – no sólo sospechar que las culturas matrísticas, pre-patriarcales, eran aquellas culturas metafísicas, “normales” en el sentido cosmológico y metafísico, parafraseando a Guénon. Se evidencia el carácter no violento de estas culturas matrísticas, lo cual cambia el paradigma de interpretación de las civilizaciones a partir de la guerra, y se hace patente la relación existente entre lo femenino y la metafísica. El sentido que tenían las ciencias y las artes, en estas culturas pre-patriarcales, se encontraba en total consonancia con una práctica de la ciencia sagrada en la realidad, es decir con la realización metafísica. Es así que lo espiritual cobra otro sentido, pues la manera de abordar este plano de la realidad está ligada al cuerpo y no separada de él, para una sabiduría femenina.

2º envío de "Lábil Ser-Piente"

Al mundo se llega
huyendo de la soledad del todo.
El Universo es solo.
No hay con quién estar.

Todo lo que se quiere es abrazar,
para enterrar el sentimiento con nuestro cadáver.

El recuerdo de la sensación del abrazo,
suponemos,
nos acompañará al volver al UNO.

En esa soledad podemos soportar
la paz y la felicidad
recordando el abrazo de amor.

Nada más falso.

Al llegar al mundo uno se da cuenta
que ha equivocado el camino.
No debía haber tomado ese desvío.
Cristal o lata
cortando carne
de mujer o de vaca.

LÁBIL SER-PIENTE (o la danza de la medusa)

Dedicado a “nuestra puta madre, la poesía,
la única teta de la que queremos chupar”…
(fiel al Manifiesto de poetas y performers anónimos)


Lábil. (Lat. labilem) Que resbala o se desliza fácilmente. 2 Inestable, cambiante, débil: persona lábil; pulso lábil. 3 Dícese de los compuestos químicos poco estables, especialmente al calor. 4 SICOL. Dícese de un humor cambiante.



Cargo el tintero. Confío en mi pulso. Fallo. La mesa se tiñe de sangre negra. Debo buscar la multitud para escribir en soledad. Más allá…

Tierno y desgraciado amor,
eres el canto de un dios solitario,
su sueño,
saliva en la almohada.

El universo,
así de solo,
se reproduce
en los universos internos.

Se tiene fe ciega en el amor
porque salva a Dios de su soledad.
Él nos ha dado el amor
para eludir la soledad
de quien tiene todo por dentro.

La soledad se acompaña de
múltiples soledades.

La luz que ves brillar arriba
es la sola.
Ni quién la iguale,
ni la guarde.

Ni la luna con su cuerpo.

Ella no es nada vista desde el sol.