Tuesday, December 27, 2005

declaración Yaciente

Necesito una quijada enorme al concluir mi cara para levantarla treinta grados hacia el mal y señalarle que no tengo miedo.
Necesito una frente angosta que no se arrugue si no quiero y no hable por mí cuando silencio.

A veces caminamos por aceras virtuales, cruzamos calles con semáforos cristalinos, sobre pasos de cebra indistinguibles, por un pavimento de gelatina sin sabor.
Quisiéramos alcanzarnos. Entonces socorremos al desliz del deseo, descabellando nuestras esperanzas, despedazando los desayunos de las dos de la mañana, despellejando la ingratitud de la infecundidad.
Te quiero ver con la cara de fichas que se pierden y se arman, cuando quiera verte y el espacio separe el deseo de lo que quiere ser él. No se te puede mirar con las llagas, no interesa la historia que se tenga en el tejido de la chompa. Parte de la noche se va contigo; en tu ausencia pierdo la visión completa de las cosas. Se ha deshecho la apariencia de quien es fuerte. Me agacharé a cosecharte un beso, gélido por tu ausencia no predicada, tangible y verdadero como el agua.

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1 Comments:

Blogger Alberto Montellano said...

Mandando un saludo amable desde Nanoluz le comento su blog.
Está fatalmente bueno.
Me gustó mucho eso de cosechar un beso.
Qué bien escribe usted, Ciudad y puerto de Egipto situado a orillas del Mediterráneo.

Un saludo, Policarpio V.V. Haussen

5:07 PM  

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